Los Cuthberts están a punto de recibir una sorpresa. Están esperando a un niño huérfano que les ayude con el trabajo en Green Gables, pero en su lugar aparece una niña pelirroja y delgada. La vivaz Anne Shirley se gana el cariño de los Cuthberts con su vívida imaginación y su constante charla, y pronto es imposible imaginar la vida sin ella.