Escalera

Tolik acaba de cumplir el sueño principal de su vida: compró una casa, donde todo será como él quiere, y además a cuatro mil kilómetros de toda su molesta familia. Sin embargo, la guerra lo ha cambiado todo, y su familia le ha caído encima: su madre, un tío con una pierna, una pariente lejana con su perrito baboso, su hermana con una amiga depresiva e incluso su suegra y nuera felinas. Mientras en Ucrania las explosiones rompen ventanas y la gente muere por cientos y miles, en la casa de Tolik la guerra no es de trincheras, es así, vital: en los detalles de la vida cotidiana de las personas que intentan crear su hogar temporal en un país extranjero con olor a tomates. Aquí está esa insoportable simplicidad de la cotidianidad de las personas, cuyas almas están en casa, en Ucrania. Pero la guerra está siempre con ellos. Es como esa escalera que tiene muchos peldaños, alturas y dimensiones.