
- descripción
- FAQ
Para Thomas Mann, a lo largo de toda su vida, el mar fue una fuente de tristeza y una inmersión en las profundidades. El romántico alemán lo consideraba un lugar de liberación de las limitaciones políticas, literarias y eróticas de la vida burguesa: el mar era su lugar de libertad y de su verdadero "yo".
Todo comenzó donde Julia, la madre de Thomas Mann, conoció la felicidad de la infancia: en una gran casa iluminada, a orillas del mar, en medio de la selva brasileña. A la edad de siete años, perdió a su madre y se encontró en la sombría y fría Lübeck, Alemania, donde su propio padre la había dejado a su suerte y donde, años después, nació su hijo Thomas. Pero la nostalgia por la cálida y soleada costa de su infancia no la abandonó hasta el final.
A lo largo de toda su vida, el mar fue un bálsamo para el alma herida del escritor, que heredó de su madre, y le otorgó libertad. El chico viajó por el sur, Italia y el Mediterráneo, y se enamoró de jóvenes, pero, siguiendo las convenciones de la época, se casó con Katya. Sin embargo, años después, en la costa del Pacífico en California...