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Una poderosa y a la vez conmovedora historia de Malka Levin sobre su propia madre Rivka — una mujer decidida e ingeniosa que sobrevivió al Holocausto y nunca perdió la esperanza, porque era necesaria para sus hijos. Malka tenía tres años cuando los ocupantes alemanes la llevaron con su familia al ghetto de la ciudad de Ludmir (nombre judío de la ciudad de Volodímir, en la región de Volinia). Su padre murió durante el primer ataque nazi, pero antes de morir logró decirle a Rivka: "Salva a los niños". A pesar de su corazón roto y el miedo constante, cumplió su promesa. Rivka protegió a Malka y a sus dos hermanos mayores durante dieciocho dolorosos meses, mientras las acciones de los nazis y de aquellos que se pasaron a su lado se volvían cada vez más crueles. Pero junto al miedo y los horrores del ghetto, había espacio para actos de bondad que ayudaron a la familia a sobrevivir: un oficial de la Wehrmacht que los salvó de un fusilamiento; una costurera polaca que escondió a los hermanos en su tienda; la familia de agricultores ucranianos Yakimchuks, que ocultaron a la familia cuando los soldados de las SS tomaron la granja. Los Yakimchuks cavaron un hoyo bajo el granero, donde la familia de Malka se escondió durante largos nueve meses, enfrentándose al frío, el hambre y el miedo constante de ser descubiertos. Al final de la guerra, sin hogar ni dinero, Rivka volvió a reunir fuerzas para construir una nueva vida para ella y sus hijos.