Mi abuelo era una cereza.

Este libro es la historia familiar del niño Tonino, contada desde su nombre. Simple y mágica a la vez. Tal que tocará a cada uno con situaciones, eventos, frases y miedos familiares.
Tonino tiene una mamá y un papá que no siempre encuentran un lenguaje común. Tiene abuelos urbanos y rurales. Y son completamente diferentes, porque viven en mundos distintos. Y son precisamente los abuelos rurales, Ottaviano y Teodolinda, quienes, con sus palabras, acciones y con lo que son, abren ante Tonino, y por lo tanto ante nosotros, los tesoros de las emociones, enseñándole a entenderse a sí mismo y a los cercanos, a percibir y reinterpretar incluso las cosas y fenómenos más complejos. Incluso la muerte, que es una parte inseparable de la vida.
Esta historia es un regreso a la infancia con su posibilidad de lo imposible y un recordatorio de que los milagros existen a nuestro alrededor, y que, a pesar de la tristeza, la injusticia y la desesperación, podremos verlos si solo abrimos nuestro corazón a ellos.