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Imagina: has decidido lavarte las manos en un elegante lavabo de diseño. Una rutina diaria tan habitual... Pero quieres vaciar el agua sucia del lavabo y no puedes encontrar ningún botón, manija o al menos alguna palanca. Registras el lavabo con la minuciosidad de un investigador — en vano. Intentas sacar el tapón de desagüe con una cuchara — sin resultados. Y solo después del décimo intento, cuando tus mangas están bien manchadas y tu ánimo está irremediablemente arruinado, resulta que solo tenías que... presionar el tapón. Este es uno de los ejemplos de diseño absurdo que no tiene en cuenta las necesidades del usuario y que simplemente irrita. Y hay muchas cosas así. Puertas elegantes pero no funcionales, sillas extravagantes, extrañas teteras y refrigeradores — Donald Norman cita numerosos ejemplos de errores de diseño que hacen que los consumidores se sientan perdidos y poco astutos. Este manual enseña a notar un buen diseño y las técnicas que utilizan los diseñadores reflexivos para hacer nuestra vida más cómoda y al mismo tiempo estilizada.