Vikingo en mi cama, Jeremy Strong

La niebla, en la que se movía lentamente el barco de los vikingos, era tan densa que nadie notó cómo el pobre Sigurd cayó al mar. A nado, apenas llegó a la orilla y se dirigió en línea recta. Y cuando la niebla se disipó, el vikingo Sigurd vio que se encontraba en una extraña ciudad. En realidad, en la densa niebla se produjo un deslizamiento de tiempos, y el antiguo vikingo había llegado a la Inglaterra moderna, a un pueblo llamado Flotby, donde se topó con un hotel con un nombre tan familiar: "Vikingo". Sin embargo, ni los dueños del hotel ni sus huéspedes estaban preparados para encontrarse con un verdadero y bastante salvaje vikingo, quien ahora tendría que convertirse en un hombre moderno, comer con cuchillo y tenedor e incluso casarse...