El Atlante enderezó los hombros. Parte 1. No contradicción, Ayn Rand

A veces, los sueños infantiles se hacen realidad. Dagny dirige el ferrocarril más grande del país. Hank introduce una tecnología revolucionaria en la metalurgia. Ellis transforma una tierra olvidada por Dios en un paraíso industrial. En sus manos están las corporaciones más poderosas, de las cuales depende el destino del país. Son los atlantes modernos. Su religión es la economía, su responsabilidad es la carga de todo el mundo. Alguna vez soñaron con cambiar la vida de la sociedad, pero ahora tienen que escuchar que todo su trabajo solo multiplica la injusticia. Que todas las personas necesitan los mismos derechos y oportunidades. Al principio, los atlantes solo se encogían de hombros. Pero llegará el día en que se cansen de mantener este mundo sobre sus hombros. Y se irán.