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«Esta es la ciudad de mi infancia, de mi amor, de mi felicidad. La he visto de diferentes maneras, pero nunca pensé que la vería muerta.»
Parecía que era imposible. Sin embargo, durante meses, todo el mundo observó en vivo cómo el ejército ruso destruía Mariúpol. El frío, el hambre, el miedo, las casas destruidas y la cercanía de la muerte — todo esto se convirtió en la realidad de los habitantes de la ciudad tras el inicio del bloqueo. Entre aquellos que tuvieron que sobrevivir a este horror, se encontraba la autora de este libro, Nadía Sukhorukova.
No caer en la desesperación fue posible para Nadia gracias a su propio diario. Día tras día, registraba los eventos en la ciudad que lentamente se transformaba en cenizas y ruinas. Con sinceridad y dolor emocional, muestra Mariúpol a través de los ojos de su habitante. Pero, sobre todo, demuestra la fuerza de la esperanza, que no puede ser destruida ni siquiera por las bombas más poderosas.
Las ilustraciones del libro fueron creadas por otro habitante de Mariúpol, el artista gráfico Daniil Nemirovski. Esta es su propia reflexión visual sobre lo vivido en Mariúpol.